28 Agosto 2024, 20:13
Actualizado 28 Agosto 2024, 20:18

El corazón del teatro permite impulsar las emociones, el debate, los pensamientos... ¿Cómo puede una madre matar a sus hijos? Lo canta Medea, que inauguraba el Festival de Mérida.

La risa bombea las arterias como un elixir. El escenario del Teatro Romano se convierte en un cómic, jugando con La aparición, incluso la Xirgu se asoma bajo la capilla de la Virgen. También La Paz propone la comedia provocando con el vuelo de un escarabajo grotesco...

La corriente de la sangre la impulsa El Brujo al plantear el sentido de la vida con los dioses y la tragedia 

El corazón de Shakespeare estalla con Coriolano, que se debate entre su valentía, su tiranía y lo que supone ser Cónsul.

Y cambia el flujo de la sangre porque Medusa da la vuelta al mito y lo cuestiona. 

Sube el ritmo con la danza de Dido y Eneas, desamor y muerte...

La longitud de las venas da dos vueltas a la Tierra, largas como la larga vida del adivino Tiresias, testigo de cómo se cumplen sus oráculos.

Y en Ifigenia, un fuerte latido del corazón, que sangra por las madres e hijas que con el tiempo de siglos destapan el silencio de las mujeres y el sufrimiento de las guerras. 

Sentimientos, poesía y valores nuevos para ver y vivir los textos clásicos.

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Balance de la 70 Edición del Festival de Mérida
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