5 Agosto 2024, 12:57
Actualizado 5 Agosto 2024, 12:57

El padre del joven desaparecido en Badajoz la semana pasada ha ofrecido una entrevista a esta casa. Gustavo García, lo primero, ha querido agradecer a Canal Extremadura, a la Policía Nacional y a la plataforma Adonay todo el apoyo brindado. "Sin la difusión del Canal nunca hubiéramos encontrado a Ale", destaca.

Gustavo comienza la charla expresando cómo se sintieron él y su mujer, Liliana. "Fueron días de mucha desesperación", cuenta, "estamos en un país nuevo y aquí en Badajoz no conocemos a nadie".

"Fueron días de mucha desesperación, estamos en un país nuevo y aquí en Badajoz no conocemos a nadie"

Liliana Gallego es italiana, médico en el Hospital Materno Infantil de Badajoz. Gustavo es argentino, ejerce de agente inmobiliario. Ambos viven en Ciudad Jardín. Su hijo Alejandro, de 20 años, había venido a encontrarse a España: había dejado los estudios en Argentina y estaba pasando por un mal momento.

Piedra a piedra

"Hice una búsqueda plaza por plaza, banco por banco, levanté cada piedra de Badajoz", continúa Gustavo, "en principio pensamos que podía estar en algún hotel de la ciudad". Un hecho que la Policía Nacional investigó, y descartó.

Gustavo García.

Alejandro desapareció en Badajoz el sábado 27 de julio y no lograron localizarle hasta el pasado jueves 1 de agosto en Madrid. Fueron cinco días de angustia. "Fue una olla a presión que explotó", se sincera, "Ale estaba cursando una depresión y nos temimos lo peor. A medida que iban pasando las horas nos íbamos desesperando más".

"Fue una olla a presión que explotó, Ale estaba cursando una depresión y nos temimos lo peor. A medida que iban pasando las horas nos íbamos desesperando más"

Atención psicológica temprana

Ahora, con Ale ya en casa, quieren buscar apoyo psicológico para él. Los especialistas alertan: cada vez hay más casos y más normalizados. Nos lo confirma Emilio Vázquez, " por mi experiencia con adolescentes y jóvenes", afirma, "cada vez se demanda más la atención psicológica y a edades más tempranas".

Gustavo se siente, de alguna manera, culpable. Y guarda un consejo para quienes vivan esta situación, saber cómo afrontarla. "Con mucho amor", sentencia, "dejar pasar lo que a nosotros nos parece importante y centrarnos en la persona, no en las cosas que uno tiene que hacer en esta vorágine de vida".

Ale y su familia están, estos días, disfrutando de las playas de Cádiz.