30 Julio 2024, 14:08
Actualizado 30 Julio 2024, 14:00

La Meteorología ha condicionado y condiciona múltiples actividades humanas a lo largo de los siglos: desde estrategias en la guerra, pasando por el desarrollo de los mercados y crecimiento de las ciudades, hasta la propagación de enfermedades. Pero nunca pensé que una terrible sequía podría favorecer la aparición de una disciplina deportiva. 

Así ocurrió con el skate. Este año, y por segunda vez en la Historia, es especialidad olímpica. Para encontrar el origen de esta práctica deportiva hay que remontarse a los años 70 del siglo XX en el estado de California. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, apareció en la sociedad norteamericana lo que se conoce en la actualidad como “clase media”, un sector de la población razonablemente pudiente que se puede permitir algunos caprichos tales como: segunda vivienda, vacaciones, varios coches, ocio... y su propia piscina de disfrute privado, aunque muchas de ellas fueron diseñadas con un sentido decorativo y ostentación que deportivo.  

Estos estaques recreativos proliferaron por doquier en las urbanizaciones de los extrarradios, con el consecuente aumento de la demanda de agua necesaria para llenarlos. Hay que tener en cuenta que California es una de las zonas más áridas de Norteamérica, con lluvias inferiores a los 200L/m2 en muchas áreas. Así que la demanda de agua y la lluvia recibida estaba en un delicado equilibrio... hasta que llegó una sequía entre los años 1976-77 que obligó a las autoridades a prohibir el llenado de estos estanques, además del lavado de coches y del riego de jardines.  

En pocas semanas los barrios californianos se transformaron en una tétrica colección de piscinas vacías en los patios traseros de las viviendas. Pero hay quien aprovechó esta situación: los adolescentes. Como las piscinas tenían esas formas estéticas, redondeadas, curvas y suaves, los jóvenes aprovecharon a lanzarse con un patín sobre ellas. Se dieron cuenta de que el deslizamiento era suave, homogéneo y esto les permitía crear infinidad de giros y de piruetas acrobáticas. No tardó mucho en popularizarse esta forma de ocio, hasta ser un auténtico fenómeno de masas vigente aún hoy en día y que ha llegado a ser deporte olímpico. 

Sobre esta curiosa historia hablamos con Jesús Torrijos, crítico cultural y arquitecto español, muy conocido por labor divulgativa en redes sociales. Esta entrevista se emitió el pasado martes, 30 de julio de 2024, en “El Sol sale por el oeste”. Pincha en la imagen y escucha la entrevista.  

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